viernes, 28 de marzo de 2008

Despertares

Miguel despierta y, como cada mañana, desearía seguir dormido, siempre dormido.. sale a la calle pronto y la bruma y el rocío le humedecen sus secos labios.. Se sienta un momento en un banco de parque y escribe: Ayer te rasqué la espalda, como cada día, toqué tus orejas y te leí el trozo de Proust de las magdalenas, pensando en que quizá éstas fueran a introducirse en tus sueños como uno de nuestros desayunos de zumo, galletas y risas entre las sábanas… luego me quedé dormido en el viejo sillón de madera, que ya lo siento como mío.. al caer la noche volví a casa, como siempre, deseando soñar y conectar en mis sueños con los tuyos y, así, vernos vivos aunque sea en sueños, tu en los tuyos, yo en los míos…
María despertó, cinco meses después… en un viejo sillón de madera estaba Miguel, que se había quedado dormido.. a duras penas pudo levantarse, se acercó y le susurró al oido, despierta

1 comentario:

A. Cordera's dijo...

Me ah ocurrido a veces es mas benefico soñar que vivir! las frustracciones son mas claras en los sueños, bueno al menos eso pienso yo.

si te interesa link con mi blog te lo dejo http://sentimientosdeunloco.blogspot.com