jueves, 7 de agosto de 2008

Encontrando versos

Hace mucho, mucho tiempo un joven estudiante de telecomunicación se enamoró profundamente de una bella chica.

Él quería impresionarla con alguna muestra de imaginación y creatividad, así que se propuso crear un soneto que la enamorase. Un soneto es un poema formado de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. Pero el pobre era muy malo expresando sus sentimientos. Empeaba a escribir del amor, de la belleza de sus ojos, del latido de su corazón... Pero no encontraba exactamente lo que quería decir. El estudiante desesperado, decidió acudir a lo único que se le ocurrió: la tecnología.

Por aquél entonces no se le podía pedir a los ordenadores lo que se quería y ya está. Había que saber escribirlo en un idioma especial. Se llamaba lenguaje de programación, porque servía para escribir programas. Así que el chico escribió un programa en el que el ordenador le devolviese por pantalla todos los sonetos posibles, fruto de la mezcla aleatoria de todas las palabras que existían por aquél entonces. Su razonamiento fue que si escribía todos los sonetos posibles, tal vez podría encontrar aquél en el que expresase exactamente lo que sentía...

Muchas noches pasaron y el joven dedicaba sus horas de sueño a navegar entre aquél mar de versos. Hasta que una calurosa noche de agosto encontró su soneto. Inmediatamente fue a buscar a su chica para recitarle aquel pedazo de su alma...

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Hace mucho, mucho tiempo un joven estudiante de telecomunicación se enamoró profundamente de una bella chica."

- No tanto tiempo...