martes, 19 de febrero de 2008

AMORES PROHIBIDOS

Ni su padre, el jefe de la tribu, ni el chamán, ni la anciana Marnegawi, quien vendió su alma al gran baobab y desde entonces tiene poderes mágicos, saben qué hacer para que la joven Tenza vuelva a comer carne. Los festejos en honor a los espíritus, con los guerreros bailando en círculos alrededor del fuego y el pombe arrasando las gargantas e incendiando los corazones, se han quedado huérfanos de una de sus más hermosas perlas. Ella se queda siempre en su cabaña, sollozando, y nadie sabe qué hacer para que vuelva a sembrar la alegría como antes.


Hace ya siete lunas que sólo se alimenta de las bayas y raíces que recoge en la selva, sola, jugándose a acabar entre las zarpas de un león o los afilados colmillos de una hiena. Muchos guerreros se ofrecen a acompañarla, pero ella rechaza su compañía, y toda la aldea sufre al verle internarse en la espesura, sin más compañía que su dolor.

Desde que llegó ese explorador de tez pálida, Parkins, Jorkins o como se llamara, cada vez que hay una nueva remesa de cautivos, la joven Tenza tiene que enamorarse de uno de ellos. Y no hay nada que el viejo chamán, ni la anciana Marnegawi, puedan hacer para vencer ese hechizo.

Tal vez lo mejor sería soltar a alguno de nuestros prisioneros de ojos tristes, y permitirle quedarse en nuestro poblado y desposar a la joven Tenza. Pero ninguno de los guerreros que la pretenden lo permitiría y, además, el espíritu del Gran Baobab siempre está sediento de carne y sangre humana y, si le privamos de parte de su banquete, hará que las plagas y las enfermedades caigan sobre nosotros, y que la selva retumbe con las voces de nuestros enemigos.

Aunque cada día está más flaca, la joven Tenza sigue siendo la más bella flor de nuestra tribu. Y es una tristeza verla languideciendo, y recordando entre sollozos una noche estrellada. En la que se introdujo en la cabaña de los prisioneros e hizo el amor al explorador de tez pálida. Parkins, Jorkins o como quisieran los espíritus que se llamara.

No hay comentarios: